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3 de Abril de 2016

La tecnología y los costos hacen aumentar el número de pacientes internados “en casa”
Saluritas - Noticias y Novedades

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Intervenciones médicas de la complejidad de una radiografía o un electrocardiograma son realizables hoy a domicilio. De ahí para abajo, la posibilidad técnica de extender una serie de tratamientos habitualmente asociados a hospitales o sanatorios se está volviendo algo cada vez más común. A los prestadores les permite un ahorro y a los pacientes les da una comodidad muchas veces inalcanzable en una institución. Se evitan también las infecciones hospitalarias. El peligro: modificar el funcionamiento del ecosistema hogareño y la convivencia a tiempo completo con perfectos desconocidos.

En mi colchon. Los tratamientos hogareños más comunes son para enfermedades de mediana complejidad, tanto para personas de tercera edad como para niños.

Hace cuatro años, Saúl Muñoz sufrió un accidente que lastimó su columna y lo dejó sin poder moverse. A la primera operación sucedieron otras tres. Cansado de las intervenciones y de la vida de hospital, cuando los médicos le dieron la posibilidad de abandonar la institución y ser tratado en su hogar, no lo dudó. “En mi casa estoy mejor, tengo a mi familia cerca, puedo recibir visitas y hacer mis actividades cotidianas”, le contó Muñoz, de 58 años, a PERFIL.

Para Rosa, su mujer, también fue un alivio ya que hubieran tenido que trasladarse día por medio al hospital. En cambio, ahora, reciben en la comodidad de su casa a una enfermera que le hace las curaciones necesarias y controla su estado de salud y, además, una vez por semana llega un médico clínico.

Saúl es uno de los miles de pacientes argentinos que reciben cuidados hospitalarios en su hogar. De hecho, desde 2006 las internaciones domiciliarias se han duplicado en el país de la mano de un aumento de las enfermedades crónicas, una mayor expectativa de vida y la falta de camas en los hospitales y clínicas. La Argentina se suma así a la tendencia mundial de brindar cuidados de la salud en el hogar, que tiene a los EE.UU. como referente, con dos mil empresas de lo que allí se denomina home care.

En alza. “El crecimiento en la Argentina se nota más en los centros urbanos, desde la inclusión de la internación domiciliaria en el Programa Médico Obligatorio para quienes lo necesiten”, explicó Felicitas Adaro, gerente general de la empresa argentina En Casa, que funciona desde 1991 y realiza 10 mil prestaciones mensuales que van desde simples curaciones hasta la atención de pacientes oncológicos o con insuficiencia cardíaca. “Aunque en un principio se pensaba como una forma de ahorrar costos, hoy es cada vez más una alternativa válida y en algunos casos indispensable para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, agregó.

Desde una radiografía hasta una extracción de sangre o un electrocardiograma, gracias a los avances en tecnología casi todas las prácticas médicas pueden realizarse en el hogar con la misma complejidad que en una internación hospitalaria. Se trata de recuperar el protagonismo del paciente y su familia en el proceso de curación de la enfermedad y que no sólo sea un receptor pasivo de las acciones de salud.

Entre las enfermedades susceptibles de recibir tratamiento domiciliario, se encuentran las derivadas del proceso de envejecimiento de la población, como el mal de Alzheimer, las enfermedades respiratorias crónicas y los cuidados paliativos. También es común tratar patologías pediátricas como la neumonía, el asma o las cardiopatías congénitas. En pediatría, los cuidados domiciliarios son muy importantes para evitar la separación del niño y la madre. Entre las ventajas del servicio, lo principal es evitar los efectos nocivos de la internación, como las infecciones intrahospitalarias.

Según datos de la OMS, entre el 5% y el 10% de los pacientes que son ingresados en hospitales en los países desarrollados contraen infecciones en el lugar que se deben salvar: algunos casos pueden ser mortales.

El paciente tiene a su disposición un equipo de salud multidisciplinario que hace efectiva la indicación médica en el confort e higiene de su hogar y con la ayuda de sus familiares. Para dar esta prestación a obras sociales y prepagas, las empresas deben estar inscriptas en la Superintendencia de Servicios de Salud. Pero los especialistas advirtieron que “hay un vacío legal” en la regulación de este servicio, lo que hace que “pululen en el mercado muchas empresas que no prestan un servicio de calidad”.


Los peligros: la invasión del hogar

A pesar de las comodidades, la internación domiciliaria no es la panacea para el paciente y la familia. “Suele ser estresante y agotadora tanto física como emocionalmente. La familia debe convivir a veces las 24 horas con un profesional ajeno al funcionamiento de la casa”, explicó la psicóloga Analía Karall, quien coordina grupos para familiares de pacientes con enfermedades crónicas.

Además, como la casa no es una extensión hospitalaria, se traslada al domicilio lo que es realmente necesario y el resto hay que adaptarlo al hogar, donde también vive el resto de la familia. La idea es que el entorno del paciente no se trastorne ni invadir su lugar. Por ese motivo, los especialistas acuerdan que es conveniente formar un equipo interdisciplinario que se coordine y trabaje de manera eficiente. También los familiares deben tener un rol activo, participando en la toma de decisiones y colaborando en las tareas médicas del cuidado del paciente. Por ejemplo, en los casos donde se instalan en la casa equipamientos médicos, como respiradores o monitores, los familiares deben estar capacitados para su uso porque de lo contrario pueden llegar a entorpecer el proceso de curación.


Lo que viene

Un reloj que activa un aviso de alerta en caso de emergencia con sólo pulsar un botón; un servicio de monitoreo cardíaco que ayuda a los pacientes con arritmias o marcapasos a controlar su salud desde la casa y equipamientos para realizar terapias respiratorias o de sueño sin ir al hospital. Cada día más los avances permiten cuidar la salud y ayudar a prevenir la aparición de enfermedades desde la comodidad del hogar. Además, en el futuro –según Philips– cada ambiente de la casa podrá contribuir a mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, un termómetro en el baño dará información para ayudar a las mujeres a monitorear su ciclo hormonal.